Tomás de Perrate


" Tomás de Perrate "

Tomas Fernández Soto, cantaor gitano, más conocido en este mundo del cante flamenco con el nombre artístico de TOMAS DE PERRATE,  nació en Utrera Sevilla el día 6 de Junio en el año de 1964, hijo de Perrate de Utrera y nieto de Manuel Torres. También está emparentado con El Lebrijano, Gaspar de Utrera, Pedro Peña, Miguel Funi, Dorantes...

Cuando Hablamos de los  Cagancho, los Pelaos, los Ortega, los Vargas, los Fernández…o los Perrates. Gracias a estas dinastías gitanas, las formas primitivas del flamenco , tonás, martinetes, seguiriyas, soleares, romances o bulerías, construidas todas sobre un polirritmo que combina compases binarios y ternarios que han llegado hasta nuestros días. 
La familia Perrate, asentada desde antiguo entre Utrera y Lebrija, ha perpetuado el legado de sus patriarcas, el Perrate y su hermana la Perrata, a través de sus descendientes contemporáneos: Juan el Lebrijano, Pedro Peña y Tomás de Perrate.

Tomas se inició en el cante flamenco en 1999, cuando ya llevaba diez años de peluquero. Este gitano andaluz que empezó tocando en una banda de pop asegura encontrar inspiración en el norteamericano Tom Waits
A Tomás de Perrate le gusta decir que “la gente tiene sed de flamenco”. Ha nacido y vive en Utrera (Sevilla), una de las tres patas del famoso triángulo del flamenco compuesto por esta ciudad, Lebrija y Jerez, en Andalucía occidental. 
Sabe de lo que habla y también advierte de que sin el mercado internacional, la profusa generación del flamenco contemporáneo no tendría mercado suficiente en España.

Una carrera con golpes de azar. En una entrevista nos dice. “Aunque mi padre, el Perrate de Utrera, fue un cantaor reconocido en los años cincuenta y sesenta, yo no iba para lo mismo. Era mi hermano mayor el que se dedicó a la música flamenca”. Por desgracia, el primogénito de la familia murió en un accidente de coche. “A mí lo que me gustaba era la batería y la guitarra eléctrica”, explica este músico que empezó a acercarse al flamenco escuchando discos Pop de Kiko Veneno y Pata Negra, y en cuyo primer disco, Perraterías, usa mucho la batería y la armónica detrás de un cante muy puro. Sigue la carrera de Enrique Morente, el pionero en mezclar rock duro y flamenco, “aunque a veces ha loqueado mucho e incluso desvirtuado lo que interpretaba”, matiza, siempre respetuoso de quienes se lanzan al vacío de la innovación.
“Yo soy peluquero de señoras desde hace 20 años. Un día, en una boda me puse a improvisar un cante cualquiera y cuando levanté la vista estaban todos llorando de la sorpresa y la emoción”. Ahí fue cuando su hermano, que tenía encargo de grabar un disco de flamenco para las Navidades, le organizó una encerrona. “Me dijo que necesitaba un guitarrista para acompañar a otros cantaores muy conocidos. Cuando llegué al estudio, no vino nadie y me dijo que el disco había que grabarlo de inmediato, que me pusiera a cantar como fuera”. Unos días más tarde, le llamaron para que escuchase el resultado y lo valorara. “Me quedé tan impresionado que no las tenía todas conmigo. Pensé que había truco de estudio, así que fui a casa de un colega, le dije que me grabara con el ordenador ‘penco’ que tenía y que me dejara escucharme sin ningún arreglo de por medio. Ahí fue cuando me convencí de que valía para esto”.
Una vida distinta pero igual. “No dejé la peluquería porque mi mujer también me ayuda”, asegura quien además cree que su desembarco en el flamenco incluso ha revitalizado su matrimonio. “Además, el flamenco me ocupa los fines de semana. De lunes a jueves no tengo nada que hacer y ni siquiera tengo ya que llevar a la niña al colegio”.

No obstante, su nueva vida como cantaor le ha sacado de Utrera y le ha llevado por Europa. “Una vez fui a cantar a Utrecht”, donde se organiza cada año un festival con tres escenarios simultáneos, exposiciones, conferencias, etc. Y es que el flamenco no es solo música, sino pintura, escultura o literatura. “En Berlín me encontré con lo mismo: pensé que el flamenco sería una cosa inusitada y resulta que es de lo más corriente: hay festivales y hasta cursos en los que profesoras alemanas enseñan a alumnos españoles”. Aunque lo que más le llena de orgullo es el respeto con que los japoneses han adoptado el flamenco. 
“Quizá en Andalucía, por tener el flamenco tan cerca, el público es menos fiel, mientras que en el extranjero este arte es de verdadero culto”, remata
Un gitano copiando más a gusto que un arbusto
“Copiar es la mejor manera de aprender”, suelta de pronto. “Si no te empapas de filosofía clásica no sabrás adaptarte a la contemporánea”, explica este cantaor deseando copiar a las míticas Fernanda y Bernarda de Utrera. “A mí me gustan mucho ahora las músicas calientes de Cuba o Brasil: Cateano Veloso, Silvio Rodríguez, etc. 
Ha dejado de gustarme el pop a secas, demasiado anglosajón, demasiado frío”, dice para delimitar sus influencias para luego afirmar que está, por paradójico que parezca, enganchado al norteamericano Tom Waits, “sobre todo en sus intervenciones en la filmografía de Jim Jarmusch” (Bajo el peso de la ley, 1986;Noche en la Tierra; 1991).

"Los gitanos hemos traído nuestros ritmos de oriente, pero es Andalucía el marco en el que se ha desarrollado el flamenco gracias a 250 años de sana convivencia" ¿Y la música gitana de los Balcanes? También le conmueve, “pero no es flamenco; no es la misma familia, aunque venga de la misma matriz. Los gitanos hemos traído nuestros ritmos de Oriente, pero es Andalucía el marco en el que se ha desarrollado el flamenco gracias a los últimos 250 años de sana convivencia e integración con el resto de la población”. Sorprendente comentario en estos tiempos en que los gitanos vuelven a estigmatizarse en Italia y no todos se sienten aceptados en España. “Yo no conozco a ninguna familia gitana que se sienta discriminada en Andalucía. Es más, creo que ser gitano ha sido una ventaja para mí”, asevera con aplomo.

Como conferenciante se estrenó en el Festival de Mont de Marsan 2003 con la ponencia ‘El cante de Utrera de ayer y de hoy’, faceta que continuó un año después en la Universidad de Harvard, junto a Antonio Moya, Ramón Soler y Pierre Lefranc. 

BIOGRAFÍA
Siempre había desarrollado su arte dentro del ámbito familiar, siendo a partir de la Navidad de 1999 cuando exterioriza su sentimiento por el cante. Su primera participación, junto a otros miembros de su familia, se plasma en una grabación que lleva por titulo ”Navidad en Utrera” donde interpreta el entrañable cante “Los Campanilleros” de Manuel Torres.
Siendo este su primer paso dentro del cante, y sin haber cantado en público todavía, se presento en una fiesta donde, entre muchos artistas, se encontraba el decano del periodismo flamenco, Miguel Acal, quien después de escucharlo, días mas tarde escribiese sobre él diciendo:
“Estuvo cuatro minutos, cantando, por bulerías para hacerse jirones la camisa. Esta verde, muy verde, pero es un diamante de muchos quilates, el padre y el abuelo ensamblados en su voz, la dulzura y el ritmo solemne del padre y el eco enervado de Manuel”.
Esta opinión y la de otros artistas de la familia, Lebrijano, Pedro Peña, Miguel Funi, Antonio Moya, Dorantes, Gaspar de Utrera, animaron a Tomás a investigar, ensayar los cantes y ponerlos en práctica.
Su primera actuación importante la realizó en el año 2000 en el Festival de Mont de Marsan (Francia), en un espectáculo de gran éxito, junto a Pepa de Benito y Manuel de Paula, llamado “Raíces de Luz”.
Ese mismo año participo en el “Potaje gitano de Utrera” y en la “I Feria Mundial del Flamenco de Sevilla”, todo esto cuando a penas llevaba seis meses cantando.
Además de ofrecer recitales por distintas entidades flamencas andaluzas, Casa Bermeja (Málaga), Sociedad del Cante Grande (Algeciras), el Taranto (Almería), el Piyayo (Málaga), se convierte en un cantaor habitual de los ciclos flamencos que organiza la Diputación de Sevilla.
Lleva a cabo la dirección artística del homenaje a que se ofreció a la figura de Perrate de Utrera, que se celebró con gran éxito en la “II Feria Mundial del Flamenco de Sevilla”.
En la “Bienal de Flamenco 2002” fue galardonado con el premio “Giraldillo al Artista Revelación” que ofrece la critica especializada y una comisión de expertos de la organización, por su actuación en un espectáculo “Campiña”, premio que lo promociona entre los aficionados y la crítica, y que lo lleva a cantar por multitud de foros, festivales y teatro. Durante varios años participa de las actividades flamencas que organiza Turismo Andaluz de cara a los visitantes, que consisten en talleres, cursos, conferencias, recitales y actuaciones con otros artistas, entre las que destaca una con el distinguido pianista “Dorantes”.
En julio de 2003, añade a su talento artístico, el de conferenciante, gracias a su conocimiento profundo e íntimo con “El cante de Utrera de ayer y hoy”, y como artista completo, ilustra sus palabras con su cante, acompañándose el mismo a la guitarra. Se pronunció por primera vez en “L`ecole de Musique et Danse” de Mont de Marsan, dentro de su festival flamenco.
En marzo de 2004 es invitado por el “Department of Romance Languages and Literatures de la Universidad de Harvard”, junto a Antonio Moya, Ramón Soler y Pierre Lefranc. En septiembre de 2004 es invitado a participar en la “XIII Bienal de Flamenco de Sevilla”, en el que fue el mejor espectáculo de esa edición, junto a Chocolate, Bernarda de Utrera, Miguel Funi, Pepa de Benito y Angelita Vargas, donde Tomás, aparece como baluarte rescatado para el cante y novedad consagrada.
Este mismo año conoce, al que sin duda, va a ser un pilar fundamental en su vida y su carrera artística, Ricardo Pachón, y junto a su inseparable compañero Antonio Moya, y con la colaboración de grandes músicos y grandes amigos editaron, “PERRATERIAS” , título del primer álbum de Tomás de Perrate, que salió a la venta en diciembre del 2005 con el sello Flamenco Vivo, que dio pié a un espectáculo, del mismo nombre, presentado en la Bienal de Sevilla del 2006 que dio paso a una gira de gran éxito, por toda España y que lo consagró como artista flamenco de primera línea y lo llevó a participar en los principales festivales y ciclos internacionales.
En 2007 coprotagoniza “CARMEN ROUGE” en clave cantaora, junto a Bruno Blairet y Clhoe Rejon, (producción francesa), de Juliette Deshamps de una versión de CARMEN, que le lleva a actuar en los mejores teatros de Francia.
Actualmente, forma parte de Sistema Tango, junto a J. Jiménez, Daniel B. Marente y el Bobote, donde rinden tributo a Astor Piazzola, en clave flamenca y sigue con las presentaciones del espectáculo que nace de su último disco “INFUNDIO”.
Tomás zarandea el arte más allá de la tradición, sus recitales se abren a nuevos horizontes, nuevas formas y terrenos, convirtiéndose en uno de los artistas más brillantes y eclécticos del flamenco, por antonomasia el embajador del flamenco contemporáneo, el de los sonidos “negros”, el que cautiva a puristas y vanguardistas.

Durante el periodo Septiembre - Diciembre de 2014, Tomás de Perrate ofrecio sus últimos conciertos de la GIRA INFUNDIO, a lo largo y ancho de nuestra geografía, poniendo así el broche de oro y cierre a 3 años intensos de éxitos, sold outs y galardones, con su flamante álbum “Infundio”.

Revolución es la primera parada del nuevo proyecto discográfico de Tomás de Perrate, Soleá sola, que incorporará algunos fragmentos grabados en esta cita de la programación del Año Abate, diseñada por Cristóbal Ortega. “El trabajo de Utrera se completará en la Bienal de Flamenco (19 de septiembre) y en algún teatro francés”, señala Pedro G. Romero, quien celebra la participación en la aventura de Raül Fernández, Refree, como productor. “Él está verdaderamente encantado porque está trabajando con otras tesituras, no con la afinación que le exigían Silvia Pérez Cruz o Rosalía, sino con la voz arenosa y cavernosa de Tomás de Perrate”, explica. Junto al cantaor y Proyecto Lorca –formado por los utreranos Juan Manuel Jiménez y Antonio Moreno-, se suman a esta revisión musical de la figura del Abate Marchena las guitarras de Alfredo Lagos, Antonio Duro y José Torres Vicente y la voz de Rocío Guzmán, así como los saxos de Antonio Bocanegra, Sergio Calle, Juan Carlos Matas y Rafael Rodríguez y las percusiones de Darío Vallecillo. “Utrera es especialmente sensible a todo tipo de mezclas. Incluso dentro de nuestro patrimonio flamenco, cada intérprete es distinto pero tiene un denominador común que es original de aquí”, explica Tomás de Perrate, quien tiene brumas de flamenco distinto.

El 18 de marzo de 2022 fue el lanzamiento de Tres golpes, el primer sencillo en formato digital, que da también título general a este nuevo trabajo discográfico, co-editado por El Volcán Música y Lovemonk Disco Buenos, disponible ya como álbum completo, también en los formatos físicos (CD y vinilo), desde finales de mayo, que ha sido recibido con gran aceptación por la crítica nacional e internacional.

«Tres golpes» es resultado de una idea imaginaria del propio Perrate, fundamentada en la más pura raíz del flamenco. En el espectáculo, traslada a este arte «al Siglo de Oro, a los siglos XVII y XVIII, y me baso en el folclore español de esa época», apunta, reivindicando que «se ha estudiado bastante el tema de lo árabe, de lo judío, pero no se había hablado de la influencia del africanismo, a raíz del esclavismo, que tanto tuvo que ver con esta música». Se calcula que en aquella época, asegura Perrate, «en Sevilla y Cádiz alrededor de un 20% de la población era africana, y eso, claro, tuvo su impacto». A partir de ahí, «Tres golpes» es para Perrate una proclamación, pues organiza la variedad de enfoques artísticos que contiene esta obra: incluye tres miradas al cante, la tradición y la forma, tres golpes con los nudillos en una mesa de madera. Una obra que debe su título a la canción original de Los Gaiteros de San Jacinto, un fandango callejero que lanzó este grupo folclórico tradicional colombiano, inspirado en la música africana traída por esclavos y liberadores a la América Latina del Pacífico.  
https://www.youtube.com/watch?v=tz0W0HoSff4&t=1s

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